ORDUÑA
Orduña, ciudad pequeña,
entre peñas escondida,
tienes la frente ceñida
de una corona de sueños.
Orduña, ciudad pequeña,
tienes el alma encendida
de una pasión sin medida,
de un amor que no se empeña.
Tienes un aire de aldea
y un corazón de ciudad,
y en tu quietud hay verdad,
y en tu silencio hay pelea.
Tus calles tienen un ritmo
de canción antigua y nueva,
y en tu mirada se eleva
un vuelo de pájaro limpio.
Orduña, ciudad pequeña,
tienes la frente ceñida
de una corona de vida,
de una corona de sueños.
Blas de Otero